ENCANTAMIENTO
DE LAS HIERBAS
Las hierbas
pueden encantarse antes de ser utilizadas en la magia. El encantamiento (en un
contexto mágico) ajusta las vibraciones de las plantas con relación a su
necesidad mágica. Este proceso aumenta la eficacia de las hierbas.
El
encantamiento puede llevarse a cabo con una sola hierba o bien con una mezcla,
pero no debe hacerse hasta unos momentos antes de que las hierbas vayan a ser
utilizadas. Luego todas se mezclaran.
Un
encantamiento preliminar puede realizarse si la hierba ha sido recogida de un
jardín o en el campo. Mientras se corta la hierba para un hechizo específico
debe resaltarse la necesidad, como también el papel que va a tener la planta al
satisfacer tal necesidad, por ejemplo:
“Yo te recojo, romero, hierba del
sol, para aumentar mis facultades mentales y la concentración”.
Esto da inicio
al proceso de encantamiento, aunque sólo sea preliminar. Sólo se necesitan unas
pocas herramientas: un cuenco de madera o cerámica, dos palmatorias y una
provisión de velas de colores.
Coloque el
cuenco en el centro del altar, las palmatorias con las velas de color adecuado
para el trabajo, a cada lado. Las hierbas deben colocarse alrededor del cuenco,
dentro de sus recipientes.
Encienda las
velas y sosiegue la mente, procure evitar interrupciones durante el proceso. Si
lo desea, evite la luz artificial de la habitación, encante las hierbas (y
realice toda magia) solo cuando este a solas para poder estar absolutamente
concentrado.
Vierta la
cantidad necesaria de hierbas secas dentro del cuenco. Siéntese y permanezca de
pie en silencio y mire las hierbas con atención. Sienta las vibraciones que
aguardan dentro de las hojas, las flores y los tallos; véalas, o siéntalas emerger de la planta. Las personas que poseen
facultades psíquicas pueden ver las vibraciones que emanan de las plantas en
varias formas, tales como nítidas líneas irregulares, lentos espirales o
cometas resplandecientes. Inclínese sobre el cuenco y coloque su mano de poder
dentro de él, tocando las hierbas. Manténgala inmóvil durante unos cuantos
segundos y visualice con fuerza su necesidad.
ENCANTAMIENTO
Pase sus dedos
por las hierbas mientras visualiza con fuerza lo que necesita y envíelo hacia
la hierba. Sienta que las puntas de sus dedos cargan de energía las hierbas. Si
le resulta difícil mantener la imagen en su mente, recite unas palabras
sencillas que se adapten a su necesidad, por ejemplo:
“Milenrama,
milenrama, haz que crezca el amor”.
Recite esto
sin parar y en voz baja. A medida que pasa sus dedos por la hierba, sienta que
éstos infunden a la planta su necesidad.
Cuando sienta
que la planta vibra por la energía (o cuando perciba que la operación de
encantamiento se ha completado) retire la mano. La planta ha quedado encantada.
Sí hay que utilizar otras plantas en la mezcla, añada cada una de ellas a la
vez, volviendo a encantar la mezcla con cada adición.
Si desea
encantar hierbas que vayan a ser usadas por separado, retire las hierbas
encantadas del cuenco y límpielo con una toalla seca.
Vuelva a
colocar las velas con los colores adecuados a las nuevas hierbas y repita el
procedimiento.
Cuando haga
incienso, infusiones, bolsitas, muñequitos y variantes mágicas similares,
desmenuce o espolvoree las hierbas (si es necesario) antes de encantarlas.
Si van a encantarse
raíces o ramas, sosténgalas en su mano de poder, visualizando y/o recitando, o
déjela en la parte superior del cuenco, entre las velas. En la antigüedad
“encantar” significaba cantar o recitar. Una vez que haya recitado su canto a
las hierbas, estarán listas para ser utilizadas.
Desde luego el
encantamiento no es absolutamente necesario, pero es un método para obtener
mejores y más rápidos resultados. El buen herbalista nunca omite los
encantamientos.
Fuente:
Scott Cunningham
La
puerta violeta - https://tarot-nnavarro.com/
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